15 feb 2011

Transparencia vacacional

Me cuesta no entender la falta de independencia moral de los medios de comunicación en este país. Volver a la ciudad dónde nací me ha hecho encontrar fantasmas del pasado, fantasmas cubiertos de sábanas blancas (blanco=limpieza) pero sin cuerpo (=sin mente decisoria). Los medios están vendidos o atados, atados a los votos, a las personas y a los cargos de confianza. No encuentro el medio que me gustaría leer o escuchar. Aquí nos llega todo manipulado, por la alta curia, por los cargos digitales –puestos a dedo- de la administración y por Aena misma.
Por cierto buscar destino de vacaciones es jugarte los días de descanso por un enfado monumental y asesino.

Desconozco las razones de los precios de los billetes aéreos pero la diferencia no está sólo en los cacahuetes que ofrecen las grandes compañías ni en la acosadora venta a bordo de las low cost (véase la irremediable Ryanair, que aturde con tanta oferta y rasca-rasca). Supongo que el importe del billete resulta de sumar los gastos del aparato, gasoil, tasas aéreas y servicios. Pero cómo puede haber diferencias de 300 euros en un recorrido de 170 kms? Que me lo explique alguien por favor, de manera que yo lo entienda y que me quite las ganas de ahogar con una piedra atada al cuello al personal de Aena.
Seguro que con esta frase pagan justos por pecadores, pero aquí tienen la oportunidad de defender su existencia y su queja.
Silvia