20 abr 2012

Iglesia: trino masculino

La Iglesia calla, otorga.

Pero ¿qué le ha hecho la mujer al ala pepera de la sociedad? La mujer siempre ha estado doblegada y ha rendido cuentas a todos los varones que la rodean, ha estado supeditada a ellos por el hecho de pertenecer a otro género.
Antes la religión mandaba sobre la sociedad y ahora, ahora también.

Del pasado se aprende, pero no está ahí para repetirlo sino para superarlo. Otras sociedades avanzan, la spanish poco.  La Hispania mira atrás para tensar aún más las cuerdas religiosas con las mujeres.
No entiendo cómo la mujer –cristiana- acepta ser sometida bajo el altar episcopal, y digo altar aunque bien podría decir que acepta ser emparedada en sus paredes. Aunque ellas se empeñen en modernizar la iglesia redistribuyendo las funciones entre hombres y mujeres. Jua jua, por cierto, debate irresoluble desde sus orígenes: hombre y mujer son en esencia cristiana diferentes y desiguales.
Redistribuir no es igualar, por tanto ellas siguen aceptando vivir en peores condiciones, digamos haciendo el trabajo basura.
Punto, no hay nada más que añadir. Maldita manzana de la primera mujer.



La mujer siempre sometida, controlada dentro y fuera de sus preceptos morales, subyugada a su género del cual no tiene el dominio ¿no es verdad Gallardón, que esta apartada sociedad hacemos fechorías a la luz de la luna pero sólo las mujeres han de cargar con el mochuelo lunático?

Silvia

16 abr 2012

Oriente 5

Va con mascarilla por la calle y tan tranquila. Este weekend ha estado en Málaga y ha vuelto con sobredosis de alergias primaverales. En la vida japonesa será normal pero aquí parece una infecciosa y la gente se aleja un paso de ella por la acera. En los cafés se quita la mascarilla, entonces las personas cercanas nos miran circunspectas temiendo ser contagiadas de la gripe aviar. Me temo que cualquier día nos echan o tenemos un altercado con la policía.



Después de este tiempo, la silenciosa de Rumi continúa empeñada en hacer una piña con la gente del trabajo, en salir de copas, en mejorar las relaciones entre las diferentes áreas por mera cortesía. Pero la ven como a) un bicho raro y b) una buscona con todos.  Además en esta ocasión nos ha traído licor de Málaga y aún incide más en su fama de bebedora y hacedora de favores.
A ella realmente le interesa el jefe.

Silvia

11 abr 2012

Laburo

Con P de petardas. Será casualidad pero tengo una colección de petardas cuyos nombres comienzan por esta letra: Penélope, Paz Vega o la Patacki por malas pésimas actrices. Malas con avaricia, ahora bien me destapo el sombrero ante sus representes que las han hecho famosas pese a sus facultades limitadas.

No hay nada mejor que un trabajador que hace bien su trabajo: viva la eficacia y la eficiencia.
Y de esos jefes tan eficaces para con sus subordinados hay pocos.
En mi vida laboral sólo me he topado con uno, muy machote a la par.
En cambio melindrosos endiosados he tenido varios. Se hacen endiosar y alardean de estar sobre la tierra sin pisar el hediondo suelo.
Hacen sentir a los demás que existe una falla infranqueable entre el dios jefe y los mamarrachos trabajadores, de quienes se sirve para ser llevado en andas.  Esos jefes que hablan sin comunicarse, que opinan de temas que le son desconocidos, que se hacen expertos en un tema cuando consiguen escribirlo sin faltas de ortografía, que la era digital los ha elegido a dedo para desempeñar sus funciones ( ¿funciones? Qué palabra es esa? Cuál es su contenido? se preguntan a la vuelta de sus vacaciones dónde se fueron a celebrar que habían sido nombrados jefes) .



Y ¡ay! cuando se les descubre que no tienen un esqueleto que les soporte, sus carencias y límites.
Cuántas más lagunas se les descubren más veces marchan de vacaciones donde nadie les descubra cuán profunda pueda ser su ignorancia…pero qué poderoso su poder aún estando lejos.

Qué desgracia la del subordinado cuando le toca –en la rifa digital- un jefe así .

Silvia

1 abr 2012

Iglesia: stock de 5

Cinco han sido los sacerdotes ordenados el año pasado en Zaragoza, ya sé que hay otras diócesis en Aragón como Jaca, Tarazona o Teruel, pero ciñéndome a la que me rodea: cinco, cinco hombres (véase aquí personas con atributos masculinos) nada más. O sea, la fábrica funcionando a pleno rendimiento para dar 5 elementos.  El año anterior fueron 3 y antes 8, -también el año de la expo resultó destacado en materia sacerdotal parece-.
Vaya, qué ruina productiva, cinco elementos para toda la diócesis. Hay el doble de  probabilidades de encontrarse un iraní por la calle que un cura recién salido del horno.  Así que es entendible que su campaña publicitaria para convertirse en sacerdote sea “una vida apasionante y un trabajo fijo”.

Crecí al margen de la religión cristiana católica apostólica y romana, la situación en que mi madre me trajo al mundo no era bien vista e incluso era mejor tenerme alejada de otros niños por si les podía pegar la lepra oscura de eeuu. No salió en mi piel, pero saldrá en otra generación claro.
Escenas de cristos ensangrentados y vírgenes con puñales clavados en el corazón es lo menos indicado para una infancia feliz aunque lo vivas como si fuera una historieta, también el lobo con colmillos infectos de sangre se come a la abuelita.



No comparto que en este país se mantenga a esta empresa tan enchufada para que se le exima de pagar impuestos, se le sufraguen sus gastos y departamentos formativos, se les mantenga aún cuando tienen a la mujer aprisionada y cuya fábrica sacerdotal en todas sus plantas de la península da 162 unidades. ¿Se puede justificar de algún modo? Sí, por la línea directa que tiene la Iglesia con el poder, por ese teléfono rojo (morado clerical). El poder político unido al poder del temor da como resultado una masa temerosa del Más Allá y de los recortes económicos.  La única respuesta que se oye es la de siempre: Amén y así sea. Por tanto no hay diferencia entre esta religión enraizada en ejpaña y la que acata al imán que se escucha en las mezquitas.

Así es, efectivamente: poder y religión de la mano como antaño.  Los de arriba cada vez están más altos y los de abajo más hundidos.

Silvia