20 abr 2011

Simplismo


Tengo la revista Esquire de marzo, no sé cómo ha llegado a mi sofá y ahí lleva un mes  entre el cojín y el suelo. Tiene un tamaño tan irregular respecto a las demás que no encaja en el revistero, no es precisamente de las que te puedes llevar en el bus y ojearla porque pesa demasiado y parece más un libro para estudiar.
Un tercio de la revista es publicidad, texto tiene poco y la mayoría de los modelos que aparecen son andróginos descoloridos, de esos que necesitan una transfusión para seguir latiendo. No me sugieren nada y supongo que por la atracción de contrarios estos modelos de piel transparente tienen al lado parejas fuertes y mandonas.
La moda actual reclama juego de personalidades, bisexismo o duda de género, parecer lo que no se es. Será porque pocos se atreven a mostrarse como son, y resulta más interesante hacerse el distinto y el deseable. Jugar al engaño, engañarse uno mismo.
Al final todo es un juego de a dos, o tres, como la sociedad: uno hace otro piensa, uno siente otro padece, uno dice otro calla, uno vive otro vive doblemente.
Acción y reacción, día y noche. La vida es simple y se desarrolla sola.
Silvia

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