5 mar 2008

Cierzo e idiosincrasia

Rodeada de inútiles. No se puede poner un pie en esta tierra aragonesa sin que salten grillos de empresas participadas.
Un amigo me comentaba que sus antiguos compañeros de carrera -ciencias ligadas a la Tierra y al suelo habían ido colocándose en esas pseudo-empresas, primero haciendo prácticas y luego se han quedado. Ya lo dice el refrán, más vale tonto conocido…

De verás no conozco a ninguno de Sorasa o Sidemasa que tenga dos dedos de frente, quizás los de gomina se sentarán en los sillones con respaldos altos. Pero los curritos de a pie se podrían calificar de cortos-de-entendederas. No fueron lumbreras en sus estudios, se quedaron agazapados en esta administración parásita, no conocen el mundo exterior, ni saben cómo se trabaja en otro país, ni cómo se resuelven los problemas ya manidos allí. Les da igual el mundo más desarrollado o el que menos, tampoco conocen carestías africanas. Y eso es muy grave. Es sumamente grave repetir errores que ya deberían estar resueltos, es aburrido encontrarse siempre con gente tan limitada de miras, con miedo a las tecnologías, con miedo de hablar otra lengua. Me pregunto por qué habiendo tenido las herramientas no las hemos aprovechado mejor, hasta en eso es agorero el aragonés (nos va en el nombre).


No quiero empaparme de esta “idiosincrasia”, lo que quiero es que venga un cierzo tan fuerte, tan directo desde el Moncayo que se lleve a todos los mentes huecas de la ciudad. No quiero que nos avise el hombre de la méteo si no que la ciercera nos pille desprevenidos y que nadie tenga tiempo de usar el Loctite con sus pantalones y adherirse para siempre a su sillón.¿Cuántos sillones quedarían liberados de cabeza huecas?

Silvia