1 dic 2010

I love diamons

Trasobares -cuánto me gusta leerte- hablabas hace pocos días de Gran Scala y otra noticia aparecía en la prensa sobre la empresa Las Vegas Sands que proyectaba un complejo de casinos en España. ¿Insinúan que será sobre tierras aragonesas? El insinuador que lo insinúe buen insinuador será. ¡¿Europeos y estadounidenses apostando en Aragón?!. Jo, jo, jo. Aún recuerdo cómo se acogió aquí al representante qatarí ( o kuwatí, que Alá me perdone) en el año 2006. Por casualidades de los novios coincidí en el mismo lugar, hora y convite con el jeque del turbante.
Incluso para los españolitos, que comemos muy tarde, era requetetarde. Los estómagos rugían más que el golpeteo de los cubiertos chocando en las copas, gentes pintiparadas, rubias recién teñidas, trajes bien planchados y un hambre voraz común a todos nosotros. La magnífica escuela de hostelería de Teruel y de Miralbueno de Zaragoza ofrecían la comida.
Aquello ser retrasaba más de lo habitual, al fin entraron los más de los más, consejeros, directores generales, sus amigas, etc. Bueno, a comer! Se abría así la comida, pero nooooooo. Quieto todo el mundo, que nadie alargue la mano hasta la fuente central. Silencio en la sala, nuestras miradas iban de izquierda a derecha repasando las caras de todos.
Los comensales de la mesa presidencial se pusieron en pie sin apenas haber tocado la servilleta, dos camareros se acercaron veloces a esta mesa para retirar los platos de jamón serrano!!!. El jeque no podía ni compartir mesa con el jamón, ya no probarlo, noooo, eso nunca. 


Bueno, qué buen gusto tenía el jeque, compartiría yo con él caviar, dátiles y diamantes. Y ahora qué, dónde vamos a cultivar dátiles, en Monegrillo o en Alcañiz? Propongo que los moteros vengan a Motorland enfundados en cuero y diamantes.