11 jun 2012

Naked


Así, limpio de todo dejaron a mi amigo Tabuenca en una reunión en Sichoan, desnudo y desarmado en el sentido más límpido de la palabra.
Y además sin percibir ningún pinchazo, le extrajeron toda la información intestina de sus aparatos y accesorios sin dejar huella: agenda, teléfonos, docs, presentaciones, valoraciones, contraseñas de banca, proyectos a futuro, nombres propios, firmas digitales, inversiones etc
Así se las gastan los chinos, todo lo copian. Hace ya años conocí un grupo de ellos que se instalaron durante una semana en una cementera zaragozana para copiarla por completo. Y la duplicaron, tuve oportunidad de ver fotos. Copiaron cada tolva y casi cada tuerca. La sonrisa enigmática de sus caras reflejaba más bien la incapacidad de comunicarse a través del lenguaje que a otro enigma más profundo. Todo de aquella fábrica se copió excepto el almuerzo donde el bocata español fue derogado por la sopa de miso habitual.

En la tecnología que portamos dentro de los bolsillos va toda una declaración de vida, actual y pasada, pero también de intenciones futuras. Sin nuestra identidad no somos, sólo estamos.




Tabuenca no lo pasó nada bien: sin tarjetas, ni móvil, ni agenda, ni acceso al hotel, ni llaves de pago ni para extraer dinero. No fue nadie durante varias horas.


Silvia

1 comentario:

  1. y yo con unos vecinitos chinos intentando colarse en mi casa ¿será para copiar el salón o la comida?

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